CARACTERÍSTICAS DE LOS LINGOTES DE CERA VIRGEN DE ABEJAS
Lingotes hechos 100% de cera artesanal virgen de opérculo.
Especialmente indicados para la fabricación de productos naturales como: protectores solares, ungüentos, cremas labiales, cremas para depilación, champús, cremas faciales y mascarillas, jabones, higiene bucal, etc.
La diversidad botánica que habita los heterogéneos parajes tradicionales de la península ibérica, proporciona a la abeja los ingredientes necesarios para producir una cera natural pura de tonalidades y aromas esenciales, en función de la composición floral reinante en el momento del pecoreo y posterior cosecha. Se trata de una cera virgen pura y natural obtenida con gran denuedo, al aplicar el método ancestral de la trashumancia para lograr de este modo el mejor polen, néctar y miel de las flores de plantas en cada zona y estación, que desembocaran en este valioso subproducto de la colmena.
La cera natural que las abejas producen, es una sustancia sólida de color níveo amarillento de tonos variados en función de su procedencia floral y del lugar de la colmena de donde se extrae, usándose la cera más clara y nítida de opérculo (capas de cera con las cuales las abejas cubren la miel) para uso cosmético en forma de preciados lingotes.
Posee ancestrales aromas melíferos, cuya intensidad aromática dependerá del polen y néctar con el que las abejas se hayan alimentado en origen.
La cera pura de abejas está compuesta por: 35% monoésteres, 14% hidrocarburos, 14 % diésteres, 12% ácidos libres, 8% hidróxido poliésteres, 6% no identificados, 4% hidróxido monésteres, 3% triésteres, 2% ácidos poliestéricos, 1% ácidos estéricos y 1% alcoholes libres.
En la producción artesanal de productos cosméticos resulta muy interesante la adicción de aceites esenciales, logrando con ello una perfecta simbiosis de texturas y aromas que potencian la mixtura.
EXCELENCIAS DE LOS LINGOTES DE CERA VIRGEN DE ABEJAS
Como toda nuestra gama de productos artesanales naturales, nuestros lingotes de cera virgen de abejas poseen una calidad suprema, siendo elaborados manualmente uno a uno:
• 100 % puros: se producen íntegramente de modo artesanal, conservando intactas todas sus cualidades olfativas y sensitivas. La cera que los conforma es producida por las abejas libando previamente polen y néctar de flores y secreciones de plantas e insectos chupadores, procediendo después a su transformación y almacenamiento en la colmena, no influyendo por lo tanto factores antinaturales.
• No homogeneizadas: nunca se mezclan ceras de diferentes procedencias geográficas o florales, para de este modo mantener su esencia y pureza hasta el final.
CONSEJOS DE USO
Los lingotes de cera virgen de abeja poseen cualidades únicas, de tal modo que si deseamos conservar todos las virtudes físicas y energéticas que nos pueden aportar, simplemente deberemos utilizarlos con cariño, siendo conscientes que emanan una energía positiva propia de un producto natural no manipulado, el cual mantiene la esencia de la cera de origen en la colmena.
LINGOTES DE CERA VIRGEN DE ABEJAS, ¿DE DÓNDE PROCEDEN?
La cera virgen natural de abeja con la cual se forman las velas artesanales, procede del panal de colmenas sitas en diferentes parajes naturales a lo largo de la geografía de la península ibérica.
Las abejas obreras jóvenes a través de sus glándulas ceríferas, segregan cera liquida de color níveo diluida en un componente volátil, que al evaporarse origina los pedazos de cera tal y como la observamos en la colmena, la cual modelan las abejas lentamente. De los espacios interanulares del abdomen de la abeja, salen escamas puras de cera elaboradas que transportan hasta la mandíbula mediante sus patas posteriores, para salivarlas, masticarlas, añadir porciones de polen y propóleo, y en definitiva hacerla más maleable y poder iniciar la construcción del panal.
Para que las abejas procedan a la fabricación de cera pura, es preciso se den varios ingredientes fundamentales:
• Que exista una gran población de abejas obreras jóvenes.
• Que la temperatura en la colmena oscile entre 32 y 36 º.
• Que en la colmena se acumule gran cantidad de polen y miel (por cada kg de cera son precisos al menos 12 kg de miel).
Ya en las instalaciones de extracción, se realiza un meticuloso procedimiento de centrifugado del panal de miel previamente desoperculado (eliminación de los sellos céreos que cubren las celdas de miel), para tras un posterior proceso de calentamiento y eliminación de restos e impurezas, conseguir finalmente la cera de mayor calidad de la colmena, la cera de “opérculo”.
LINGOTES DE CERA VIRGEN DE ABEJAS, ETIMOLOGÍA E HISTORIA:
El término “cera” proviene del latín del mismo nombre y por ende, del griego “kerós”. En cuanto a la palabra “vela”, tiene su origen en el vocablo latino “vigil” (guardián nocturno), relacionado con el verbo “vigere” (estar en plenitud de fuerzas).
En cuanto a la palabra «lingote», procede del vocablo francés «lingot» a través del provenzal «lingo»o «lenguo» (por similitud con la forma de lengua que antaño tenían los pequeños bloques alargados de oro).
Además de la fabricación de velas artesanales puras con mecha tradicional, la cera natural ha tenido múltiples usos a lo largo de la historia (creación de láminas rígidas para escritura, encerar maderas, papel, telas y cuero, conservante e impermeabilizante, producción de piezas decorativas, aislante, elaboración de velas perfumadas de excelso aroma, fabricación de munición, composición de productos de cosmética, jabones y cremas mayoritariamente…)
Los romanos usaban ceras de abeja elaboradas y otros ingredientes naturales añadidos, para sus pinturas tal y como lo relata Plinio el Viejo (siglo I). En Egipto la usaban como uno de los complementos para confeccionar máscaras, retratos y efigies decorativas, y a modo de láminas (tablillas) para escribir.
En el Medievo producían pasta para confeccionar sellos (llegando a ser incluso objeto de regalo para reyes), cirios que se embellecían con escudos de armas, efigies de cera decorativas para ritos posfunerarios y para usar en rituales de exorcismos. A partir del Renacimiento se utilizó en la especialidad artística de la ceroplástica, en la fundición para construir moldes de calidad superior y para producir velas decorativas.
Encender la mecha de velas y lámparas ha sido considerado de tiempos muy antiguos, una prueba exterior de alegría, de respeto hacia personas distinguidas y de acompañamiento en ritos religiosos. En este ámbito se cree comenzó su uso, a raíz de las reuniones clandestinas habidas en lugares lúgubres, para lo cual precisaban por necesidad el uso de velas (convirtiéndose posteriormente en un producto de ornamento).
A mediados del siglo XVIII se comenzaron a fabricar a base de parafina, aceites perfumados, aceites animales hidrogenados u otros materiales grasos, ácido esteárico y en ocasiones cera de abejas.
La forma más antigua para fabricar velas naturales de cera de abeja, consiste en la suspensión de la vela en un recipiente donde se aloja cera (o grasa) congelada. Se quita la vela del recipiente y se espera hasta que se derrita al calentarse. Se repite este proceso varias veces hasta obtener el grosor buscado y en algunos casos, se aportan ingredientes naturales para proporcionar aroma. Hoy día, la mayor parte de las mismas se fabrican mediante moldes y maquinaria en fábricas, y a nivel artesanal con láminas de cera estirada.
En la era industrial se utilizó para modelar las figuras de los museos de cera y ya en la era moderna, ha avanzado su uso como ingrediente en muchos productos de cosmética natural (bálsamo, jabones, cremas corporales,..).
ZONA DE RECOLECCIÓN: ESPAÑA (PARAJES VARIOS NATURALES)
Diferentes parajes naturales de la península ibérica, conforman territorios sobrios y aguerridos que transforman sus lamentos en esencias vegetales, salpicando indefinidamente áreas escasamente transitadas por el ser humano. Naturaleza silvestre que fluye desde el angosto Pirineo septentrional castigado por el duro invierno, pasando por las cálidas regiones levantinas a modo de bálsamo natural, las extremas tierras de Aragón y la serranía tradicional andaluza, hasta arribar finalmente a la zona noroccidental peninsular, donde encontramos excelsos ecosistemas biodiversos de gran valor medioambiental, que proporcionarán la esencia melífera a las abejas para la posterior producción de miel, propóleo y cera natural.
COMO CONFECCIONAR CREMAS CON LINGOTES DE CERA VIRGEN DE ABEJAS
Rallar media taza de cera pura de opérculo y calentar hasta derretir al baño María a fuego lento. Retirar cuidadosamente y añadir 1/3 de taza de gel puro de aloe vera orgánico y 1/4 de taza de agua destilada.
Añadir una cucharada de miel de lavanda, 50 grs de maneca de karité, 50 grs de aceite de jojoba, 3 cucharadas de aceites de almendras y 1/2 de cucharada de lanolina y licuamos toda la mezcla con la batidora hasta que adquiera una textura homogénea (las proporciones pueden variarse según se desee).
Añadir todos los ingredientes a un bol y agregar cinco gotas de aceites esenciales de lavanda, mezclar de nuevo hasta distribuir correctamente el aceite.
Almacenamos en un tarro de vidrio herméticamente cerrado en lugar fresco, seco y oscuro.
¡Y ya tenemos una fantástica y natural crema corporal!!