Miel cruda de Flora Montana 950 gr
ORIGEN: España y otras áreas de la Península Ibérica
ESPECIE REPRESENTATIVA: Flora pratense y montana pirenaica.
COMPOSICIÓN FLORAL MAYORITARIA: Pratenses, Pipirigallo, Trébol, Zarza, Espliego, Tomillo, Espino blanco, Orégano, Brezo, Frutales silvestres , Biércol, Retama, Rododendro, Encina y Robles y Flora silvestre autóctona pirenaica.
ÉPOCA DE PRODUCCIÓN: Verano.
COLOR: Ambarino color oscuro intenso salpicado de tonalidades rojizas.
SABOR: Dulce e intenso con notas ligeramente ácidas.
AROMA: Penetrante e intenso aroma duradero con notas herbáceas.
PECULIARIDADES: Miel cruda, pura, no homogeneizada, no filtrada, sin azúcares añadidos.
CONSERVACIÓN: Mantener en lugar seco, semioscuro y fresco.
**En su proceso natural, la miel cristaliza y endurece en función de diversos parámetros (temperatura, origen floral, etc..).
CARACTERÍSTICAS DE LA MIEL DE FLORA MONTANA
Si bien en cotas menores de este territorio podemos apreciar todavía una elevada influencia mediterránea (encinares, vegetación autóctona de porte bajo como tomillo, lavanda,..), la mayor parte de este parque natural está cubierto por comunidades vegetales de índole eurosiberiana o boreoalpina.
En altitudes medias se atisban bosques de pino rojo y extensos prados de leguminosas variopintas, que van cediendo paso en altura a inmensos bosques de pino negro y abetos, para concluir en elevadas cumbres con suaves prados naturales y plantas vivaces de rocalla de diversas tonalidades.
Hasta 1.500 especies abarca el elenco botánico de los ecosistemas de especies vegetales en este territorio, dándonos idea de la variabilidad y riqueza de la miel de flora montana autóctona.
Debido a una climatología extrema, la miel de flora montana autóctona es recolectada mayoritariamente durante el breve estío, del cual aprovecha su vivaracha luz, originando un producto tradicional de ambarino color oscuro intenso, salpicado de tonalidades rojizas.
Su sabor es dulce y poderoso con notas ligeramente ácidas en ocasiones (cuando abunda la zarza) , más saladas en otras (si prevalecen los mielatos, brezos u otras especies acidófilas) o neutras (si alcanzan el tomillo temprano).
Posee así mismo un penetrante aroma floral intenso muy duradero, con trazos herbáceos propios de la predominancia leguminosa, mitigado y dulcificado por especies más delicadas de floraciones atractivas para las infatigables abejas pecoreadoras, que salen de su colmena para realizar interminables y fructíferos viajes.
Goza de un amplio elenco de minerales (hierro, potasio, calcio, fósforo y magnesio), siendo así mismo rica en antioxidantes, minerales y vitamina C.
EXCELENCIAS DE LA MIEL DE FLORA MONTANA
Como toda nuestra gama de mieles y derivados de la colmena (polen, propóleos, jalea real,..), la miel natural de flora montana es recolectada por nuestras abejas en parajes naturales de elevada pureza medioambiental, cumpliendo todos las condiciones para ser un producto natural excelso:
Cruda: no ha sido sometida a procesos de sobrecalentamiento (más de 40 º) ni pasteurización. Conserva intactas todas sus vitaminas, nutrientes y enzimas, amén de sus extraordinarias cualidades organolépticas.
No homogeneizada: para mantener su esencia y pureza, jamás mezclamos mieles naturales de diferentes procedencias geográficas o florales. De este modo, el consumidor final puede disfrutar íntegramente de todas sus cualidades organolépticas.
No filtrada: jamás es filtrada, porque de este modo retenemos todas las cualidades naturales de la flora de origen, consiguiendo así un excelso elixir natural sin parangón.
Sin azúcares añadidos: contiene azúcares naturales propios de una miel natural no adulterada. Nuestra miel es 100% natural, tal y como la abeja la produce en la colmena,
Pura: la cosechan nuestras abejas mediante la libación de polen y néctar de las flores, y secreciones de plantas e insectos chupadores, para proceder después a su transformación y almacenamiento en las celdillas del interior de la colmena; en este proceso nunca intervienen elementos ajenos a los que la propia naturaleza suministra.
CONSEJOS DE USO
Las mieles naturales de flora montana recolectadas por nuestras abejas poseen características únicas, de tal modo que si deseamos aprovechar todos las cualidades que nos pueden aportar, es aconsejable tomarlas directamente, saboreándolas dentro de la boca el mayor tiempo posible antes de ingerirlas.
Para hacerlas más manejables en aquellos casos que se prefieran diluidas, se recomienda como mucho, calentar al “Baño María” a temperatura que no supere nunca los 40 º para evitar la pérdida de atributos.