Mostrando los 6 resultados

Miel de Flora Montana

Miel de Flora Montana

ORIGEN: España y otras áreas de la Península Ibérica
ESPECIE REPRESENTATIVA: Flora pratense y montana pirenaica.
COMPOSICIÓN FLORAL MAYORITARIA: Pratenses (Pipirigallo (Onobrychis viciifolia), Trébol (Trifolium sp),..); Zarza (Rubus ulmifolius L.), Espliego (Lavandula sp), Tomillo (Thymus vulgaris L.), Espino blanco (Crataegus monogyna L.), Orégano (Origanum vulgare L.), Brezo ( Erica sp.), Frutales silvestres (Pyrus sp.), Biércol (Calluna vulgaris L.), Retama (Lygos sphaerocarpa L.), Rododendro (Rhododendron ferrugineum L.), Encina y Robles (Quercus sp.) y Flora silvestre autóctona pirenaica.
ÉPOCA DE PRODUCCIÓN: Verano.
COLOR: Ambarino color oscuro intenso salpicado de tonalidades rojizas.
SABOR: Dulce e intenso con notas ligeramente ácidas.
AROMA: Penetrante e intenso aroma duradero con notas herbáceas.
PECULIARIDADES: Miel cruda, pura, no homogeneizada, no filtrada, sin azúcares añadidos.
CONSERVACIÓN: Mantener en lugar seco, semioscuro y fresco.

**En su proceso natural, la miel cristaliza y endurece en función de diversos parámetros (temperatura, origen floral, etc..).

CARACTERÍSTICAS DE LA MIEL DE FLORA MONTANA

Si bien en cotas menores de este territorio podemos apreciar todavía una elevada influencia mediterránea (encinares, vegetación autóctona de porte bajo como tomillo, lavanda,..), la mayor parte de este parque natural está cubierto por comunidades vegetales de índole eurosiberiana o boreoalpina.

En altitudes medias se atisban bosques de pino rojo y extensos prados de leguminosas variopintas, que van cediendo paso en altura a inmensos bosques de pino negro y abetos, para concluir en elevadas cumbres con suaves prados naturales y plantas vivaces de rocalla de diversas tonalidades.

Hasta 1.500 especies abarca el elenco botánico de los ecosistemas de especies vegetales en este territorio, dándonos idea de la variabilidad y riqueza de la miel de flora montana autóctona.

Debido a una climatología extrema, la miel de flora montana autóctona es recolectada mayoritariamente durante el breve estío, del cual aprovecha su vivaracha luz, originando un producto tradicional de ambarino color oscuro intenso, salpicado de tonalidades rojizas.

Su sabor es dulce y poderoso con notas ligeramente ácidas en ocasiones (cuando abunda la zarza) , más saladas en otras (si prevalecen los mielatos, brezos u otras especies acidófilas) o neutras (si alcanzan el tomillo temprano).

Posee así mismo un penetrante aroma floral intenso muy duradero, con trazos herbáceos propios de la predominancia leguminosa, mitigado y dulcificado por especies más delicadas de floraciones atractivas para las infatigables abejas pecoreadoras, que salen de su colmena para realizar interminables y fructíferos viajes.
Goza de un amplio elenco de minerales (hierro, potasio, calcio, fósforo y magnesio), siendo así mismo rica en antioxidantes, minerales y vitamina C.

EXCELENCIAS DE LA MIEL DE FLORA MONTANA

Como toda nuestra gama de mieles y derivados de la colmena (polen, propóleos, jalea real,..), la miel natural de flora montana es recolectada por nuestras abejas en parajes naturales de elevada pureza medioambiental, cumpliendo todos las condiciones para ser un producto natural excelso:

Cruda: no ha sido sometida a procesos de sobrecalentamiento (más de 40 º) ni pasteurización. Conserva intactas todas sus vitaminas, nutrientes y enzimas, amén de sus extraordinarias cualidades organolépticas.
No homogeneizada: para mantener su esencia y pureza, jamás mezclamos mieles naturales de diferentes procedencias geográficas o florales. De este modo, el consumidor final puede disfrutar íntegramente de todas sus cualidades organolépticas.
No filtrada: jamás es filtrada, porque de este modo retenemos todas las cualidades naturales de la flora de origen, consiguiendo así un excelso elixir natural sin parangón.
Sin azúcares añadidos: contiene azúcares naturales propios de una miel natural no adulterada. Nuestra miel es 100% natural, tal y como la abeja la produce en la colmena,
Pura: la cosechan nuestras abejas mediante la libación de polen y néctar de las flores, y secreciones de plantas e insectos chupadores, para proceder después a su transformación y almacenamiento en las celdillas del interior de la colmena; en este proceso nunca intervienen elementos ajenos a los que la propia naturaleza suministra.

CONSEJOS DE USO

Las mieles naturales de flora montana recolectadas por nuestras abejas poseen características únicas, de tal modo que si deseamos aprovechar todos las cualidades que nos pueden aportar, es aconsejable tomarlas directamente, saboreándolas dentro de la boca el mayor tiempo posible antes de ingerirlas.

Para hacerlas más manejables en aquellos casos que se prefieran diluidas, se recomienda como mucho, calentar al “Baño María” a temperatura que no supere nunca los 40 º para evitar la pérdida de atributos.

CONSEJOS DE CONSERVACIÓN

Mantener en lugar seco, semioscuro y fresco para mantener intactas de un modo natural todas sus cualidades.

LA MIEL DE FLORA MONTANA, ¿DE DÓNDE PROCEDE?

La miel de flora montana es producida por las abejas, como resultado de la libación para extraer polen y néctar en las flores de especies vegetales autóctonas boscosas (Zarza (Rubus ulmifolius L.), Espliego (Lavandula sp), Tomillo (Thymus vulgaris L.), Espino blanco (Crataegus monogyna L.), Orégano (Origanum vulgare L.), Brezo (Erica sp.), Frutales silvestres (Pyrus sp.), Biércol (Calluna vulgaris L.), Retama (Lygos sphaerocarpa L.), Rododendro (Rhododendron ferrugineum L.), ..), flora pratense variada autóctona silvestre (Pipirigallo (Onobrychis viciifolia), Trébol (Trifolium sp), ..) y sustancias resinosas procedentes de especies arbustivas o arbóreas (Encina y Robles (Quercus sp.) , ..).

En el proceso de pecoreo, las abejas denotan especial predilección por las pequeñas flores de prado y forrajeras tradicionales, siendo el trébol, diminuta planta perenne de tallos erguidos, hojas trifoliadas y flores de color rosado – purpúreo con tonalidades variables, una de las más destacadas y mayoritariamente recolectada.

También cabe mencionar el pipirigallo, especie perenne de talla media, con numerosos tallos erectos, raíz pivotante muy potente, hojas compuestas oblongas, flores agrupadas en racimos terminales de color rosado-rojizo y fruto en forma de pequeña legumbre.
Otras leguminosas como Lotus y Vicia complementan la composición floral silvestre con sus magníficas floraciones.

LA MIEL DE FLORA MONTANA, ETIMOLOGÍA E HISTORIA

El pipirigallo o esparceta proviene del Sureste europeo y Oeste asiático, extendiéndose y adaptándose a posteriori a zonas más templadas euroasiáticas de climas secos y suelos calizos; a finales del siglo XVI se comenzó a cultivar en el norte de Francia, en las regiones colindantes con el valle del Rhin.

Su nombre genérico es Onobrychis, procede del griego: όνος (onos), = burro y «βρύκω» (brýko) (comer con afán, referente a la capacidad que posee la esparceta para atraer a los burros).

En cuanto al trébol o Trifolium, es un nombre genérico derivado del latín cuyo significado es «con tres hojas», siendo originaria también del sudeste europeo y actualmente en situación de amplia colonización de la Península Ibérica en vastas comunidades espontáneas.

RECETAS CON MIEL DE FLORA MONTANA

SALMÓN CON SALSA DE MIEL DE FLORA MONTANA Y MOSTAZA

Cocer en una pequeña olla un puerro, una manzana Golden madura, media cebolla dulce y un trocito de apio, todo ello troceado finamente.

En un bol, añadimos los ingredientes previamente cocinados y los mezclamos con mostaza, miel de flora montana «Jalea de Luz» y una pizca de levadura de cerveza, hasta lograr una masa / salsa homogénea. Cubriremos y guardaremos en el refrigerador hasta su preparación final.

Mientras tanto, añadimos al salmón sal marina, pimienta, perejil y una pizca de pimentón y tomillo, y lo cocinamos en el estuche de vapor dentro del microondas el tiempo justo para su puesta a punto.

Finalmente, lo servimos en un bandeja rectangular de cristal sobre un lecho de limón finamente cortado, sobre el cual colocamos el salmón cocinado y en la parte superior, la salsa uniformemente distribuida; le añadimos un triturado de ricas nueces naturales y listo!!!!
Una receta con sabor tradicional muy nutritiva.