Mostrando los 6 resultados

Miel cruda de Flora del Bosque

ORIGEN: España y otras áreas de la Península Ibérica.
ESPECIE REPRESENTATIVA: Flora silvestre de bosque autóctona variada.
COMPOSICIÓN FLORAL MAYORITARIA: Brezo (Calluna vulgaris), Castaño (Castanea sativa), Zarzamora (Rubus sp) y Flora silvestre de bosque autóctona variada.
ÉPOCA DE PRODUCCIÓN: Verano.
COLOR: Ambarino a marrón oscuro.
SABOR: Amaderado, intenso, dulce con notas a veces amargas.
AROMA: Intenso, penetrante y amaderado.
PECULIARIDADES: Miel cruda, pura, no homogeneizada, no filtrada, sin azúcares añadidos.
CONSERVACIÓN: Mantener en lugar seco, semioscuro y fresco.
** En su proceso natural, la miel cristaliza y endurece en función de diversos parámetros (temperatura, origen floral, etc..).

CARACTERÍSTICAS DE LA MIEL DE FLORA DE BOSQUE

Remarcar su intenso color marrón oscuro de tonalidades variables en función de la predominancia floral en el momento de la recolección, pudiendo adquirir en ciertas ocasiones pinceladas próximas al ámbar.

Dispone de una consistencia blanda cremosa extremadamente maleable y cristalización muy débil, lo cual facilita su manejo en labores culinarias.

Su sabor es dulce, moderadamente intenso y con un toque tradicional amaderado acompañado de notas amarescentes ligeramente saladas en el retronasal, predominando en ciertas ocasiones el fuerte amargo típico de la flora predominante. Intenso aroma tradicional maravillosamente penetrante, con ciertas similitudes al del vecino eucalipto pero no tan fragante como el del azahar.

Es muy rica en minerales varios (Fe, K, Ca, P y Mg), vitamina C y antioxidantes.

EXCELENCIAS DE LA MIEL DE FLORA DE BOSQUE

Como toda nuestra gama de mieles y derivados (polen, propóleos,..), la miel natural selecta de bosque es recolectada por nuestras abejas en áreas silvestres del noroeste peninsular, cumpliendo todos los requisitos saludables para ser un producto natural excelso de calidad suprema:

Pura: la producen las abejas libando polen y néctar de flores, y secreciones de plantas e insectos chupadores, para iniciar después su transformación y almacenamiento en las celdas de los cuadros de la colmena; es por ello que en este proceso natural no participan factores foráneos a los que la propia naturaleza proporciona.

No homogeneizada: nunca mezclamos partidas de mieles, porque nuestro objetivo permanente es mantener la esencia y pureza desde su origen hasta el paladar del consumidor final, para de este modo poner a su disposición todos las cualidades de una miel pura.
Cada contenido de miel de cada bidón extraído del colmenar, es trasegado directamente de forma independiente al envase final de forma individual, evitando de este modo las mezclas inadecuadas.

Cruda: no ha sido sometida a procesos de sobrecalentamiento (más de 40 º) ni pasteurización; este modo de trabajo permite conservar intactas todas las vitaminas, nutrientes y enzimas que posee la miel cruda, así como sus cualidades gustativas y olfativas.

No filtrada: nunca la sometemos a procesos de filtrado para conservar así todas sus cualidades naturales, logrando de este modo un excelso producto natural sobre el cual podemos identificar plenamente el área de origen.

Sin azúcares añadidos: nuestra miel es pura esencia, tal y como la abeja la produce en la colmena, conteniendo por lo tanto azúcares naturales propios de una miel natural no adulterada.

CONSEJOS DE USO

Las mieles naturales de flores de bosque recolectadas por nuestras abejas poseen cualidades únicas, de tal modo que es aconsejable tomarla directamente, saboreándolas dentro de la boca el mayor tiempo posible antes de ingerirlas.

Para hacerlas más manejables en aquellos casos que se prefieran diluidas, se recomienda como mucho, calentar al “Baño María” a temperatura que no supere nunca los 40 º para evitar la pérdida de atributos.

CONSEJOS DE CONSERVACIÓN

Mantener en lugar seco, semioscuro y fresco para mantener intactas de un modo natural todas sus cualidades.

LA MIEL DE FLORA DE BOSQUE, ¿DE DÓNDE PROCEDE?

La miel de flora de bosque artesanal, es producida como resultado de la libación por parte de las abejas, para extraer polen y néctar en las flores de brezos (Calluna vulgaris), castaños (Castanea sativa), zarzamoras (Rubus sp) y flora silvestre de bosque autóctona variada, añadiendo a esta dulce composición floral sustancias resinosas varias de especies arbustivas o arbóreas que son recolectadas por las pecoreadoras.

Básicamente, la vegetación melífera silvestre se mueve en los estratos climáticos colino y montano, donde habitan las citadas especies en torno a ríos y laderas montañosas.

Destaca el castaño, especie caduca arbustivo arbórea que puede alcanzar incluso los 30 m. de altura, de fuerte tronco grueso y esbelto con corteza grisáceo pardusca, oscureciendo en edades avanzadas.

Contiene hojas lanceoladas aserradas ligeramente peludas en el envés, y flores de color amarillento agrupadas en amentos erectos, que originarán frutos de sabor ligeramente amargo en forma de cúpula, englobando habitualmente 2 a 3 castañas (aquenios) pardo oscuras y brillantes, cuya cáscara interna es aterciopelada.

Le acompañan más chaparrudos, brezos (subarbustos muy ramificados de porte bajo erguido, que portan pequeñas hojas y multitud de flores de color rosa púrpura , ocupando suelos acidófilos y estériles), zarzas (especie rústica de tallos aculeados, hojas alternas, flores solitarias o agrupadas en corimbos o panículas, y frutos carnosos constituidos por numerosas drupas muy pequeñas enlazadas entre sí) y otras especies boscosas silvestres.

En zonas más continentales, las especies de bosque se complementan con plantas de carácter mediterráneo que habitan terrenos de monte de índole caliza, como romero (Rosmarinus officinalis), tomillo (Thymus vulgaris,..), encina (Quercus), etc.

LA MIEL DE FLORA DE BOSQUE, ETIMOLOGÍA E HISTORIA

Los castaños tienen su origen en la Europa meridional y Asia Menor, conviviendo con especies aromáticas de monte bajo como tomillo, romero, lavanda, encina, etc.., siendo introducidos progresivamente en muchos países del mundo (Portugal, Macizo Central francés, Italia, etc…) e inclusive en varias regiones de la propia península ibérica.

El nombre genérico “Castanea” deriva del Griego «χάστανον» y después del Latín «castănĕa, -ae», nombre del castaño y de la castaña, también llamada «castanea nux» (la nuez del castaño), aunque otro posible origen sería la ciudad de Asia Menor llamada Castanaea, -ae o Castana, -ae (también posiblemente procedente del nombre armenio de este árbol). Sativa: del latín que significa «cultivado».

La primera referencia escrita data del siglo I a.C., cuando Jenofonte habló de «alimentos similares a nueces lisas de color oscuro sin hendidura, hervidas y cocidas como pan, que almacenaban algunos pueblos cercanos al mar Negro en sus graneros» (muy usadas por los soldados de estos pueblos, a los cuales consideró bárbaros).

En el siglo I, Julio Moderato Columela explicó minuciosamente los pormenores de la plantación tradicional extensiva de castaños a nivel agrícola. De esta época datan recetas culinarias artesanales muy completas, respecto al uso de la castaña como alimento base (Apicio y Quinto Gargilio Marcial) y menciones de aplicaciones varias (por parte del griego Galeno de Pérgamo).

En el siglo XII, Abu Zacaria lo describió, entre otros árboles de la Península Ibérica. Ya en la Edad Media se conoce la subsistencia a base del cultivo de castaños por muchos pueblos italianos.

En siglos posteriores, muchos pueblos franceses usaron la castaña recolectada, a modo de pan artesanal con sabor ligeramente amargo, en sustitución de otros alimentos escasos en la época.

El agrónomo español Gabriel Alonso de Herrera hizo mención al cultivo de esta especie y a algunas de las cualidades de su fruto, así como a la dureza de su madera (firme como el hierro).

Con la llegada a Europa del maíz y la patata, fue en decrecimiento su uso como alimento básico, llegando incluso a subsistir solamente en fiestas locales de origen celta en varios lugares del mundo (norte de España,..), para celebrar la llegada de la castaña.

En cuanto al brezo, el nombre genérico Calluna es de origen griego (significa «barrer», ya que la planta era muy usada para fabricar escobas ) y “vulgaris” (común) proviene del latín. La zarza (Rubus sp) cuyo nombre genérico deriva del latín que significa ‘zarza’ o ‘frambuesa’ o de «ruber= rojo», siendo mencionado de forma muy representativa en los escritos bíblicos antiguos.

La planta de brezo es originaria de la Europa mediterránea (ampliamente extendida después a países norteños como Escocia, Irlanda, Suecia, Noruega,…), África del norte y América, donde se desarrolla en terrenos pobres y ácidos como turberas, páramos y landas; su evolución se basó en la colonización del oeste del Mediterráneo desde el este de África y Arabia, en un tiempo ubicado entre los periodos del Mioceno Superior y el Pleistoceno Superior.

Ha tenido un lugar importante a lo largo de la historia en diversas culturas por sus múltiples usos cotidianos: se usaba para fortalecer y aislar las techumbres de las casas, como lecho de ganado, producción de combustible y derivados, fabricación tradicional de cestas y cuerdas, y como antes hemos mencionado, para confeccionar escobas

RECETAS CON MIEL DE FLORA DE BOSQUE

MERLUZA CON SETAS Y MIEL DE BOSQUE

Poner en una sartén 2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra, para dorar por ambos lados cinco trozos de lomo de merluza fresca, mientras en otra sartén, aplicar la misma cantidad de aceite, 3 dientes de ajo, una pizca de tomillo, otro poquito de romero y setas variadas, remover durante algunos minutos; después añadir harina de maíz, caldo de pescado y miel de bosque pura rica en castaño, y seguir marinando la mezcla en la sartén.

En última instancia, añadir ajo negro muy triturado, judías verdes troceadas finamente, sal marina y un poquito de cúrcuma y pimienta.

Dejar cocinar lentamente durante 5 minutos aproximadamente y aportar los lomos de merluza previamente dorados, para que repose todo junto durante otros 5 minutos. Y … listo!!!!!!